jueves, 19 de julio de 2012

Tan imperfectamente perfecto. Tan irrealista, tan inconsciente, tan... inseguro de tí mismo... o tal vez tan ágil, como para que no me dé cuenta.
Tú, tan feliz, una vez más se me acerca tu aroma poco a poco, adentrándose en cada poro de mi piel, y simplemente eres increíble.
Eres increíble cuando callas y lo dices todo, cuando miras lo que te rodea cuando quieres mirar algo fijo, cuando desvías la mirada para disimular.
Nosotros, tan increíblemente invencible que ya somos capaces de hablar con miradas y sonrisas, no hacen faltan palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario